Estimado Sr. Campoy: soy lector abonado a su apasionante revista y le escribo pidiéndole ayuda para lo que me permito adjuntarle una lista de 20 problemas físicos que destruyen mi cuerpo y mi vida desde hace 62 años....
Estimados amigos: acabo de leer el artículo sobre la leche del mes de junio y me parece muy interesante. Yo hace ya tiempo que no la tomo pero me pregunto qué hay de los yogures y quesos....
Sr. Director: leo habitualmente su revista y, a grandes rasgos, estoy de acuerdo con su línea editorial. Sin embargo el artículo publicado en el último número sobre los lácteos me ha sorprendido....
Hola. Mi nombre es Alberto, tengo 33 años, soy de Madrid y asiduo lector de la revista. He leído un artículo en su web sobre los mareos y me siento muy identificado....
Estimados amigos de: como seguidor y admirador no sólo de vuestra maravillosa revista sino de la gran labor social que realizáis me permito haceros una propuesta que ayudaría a los muchos lectores que no somos profesionales de la salud y no podemos contar a menudo con el consejo o la indicación de un profesional de la medicina natural....
Sr. Director: soy lectora de su revista desde hace unos meses y debo decirle que sus artículos son muy interesantes. El motivo de mi correo es encontrar alguna salida para mi hermano....
¿Conoce las llamativas propiedades terapéuticas de la ortiga verde?
La medicina natural tradicional conoce desde hace milenios las numerosas propiedades terapéuticas de la ortiga verde y, sin embargo, la medicina moderna la relegó al ostracismo hasta hace apenas unos años, cuando unos investigadores se interesaron por ella y se sorprendieron al descubrir su amplio arsenal de principios activos. Fue entonces cuando la industria farmacéutica comenzó a estudiarla también y va confirmando, poco a poco, que posee efectivamente las propiedades antioxidantes, antiinflamatorias, antimicrobianas, analgésicas, antiulcerosas, inmunoestimulantes, hipoglucemiantes, galactógenas y antidiarreicas que la literatura médica herbal le había otorgado hace ya muchos siglos. Pues bien, resulta que además puede llevar a la apoptosis a las células cancerosas –es decir, a su autodestrucción o “suicidio”– lo que podría convertirla en una terapia alternativa a los ineficaces y iatrogénicos tratamientos oncológicos actuales.Se lo contamos.